Dentro de las consecuencias por padecer de hemorroides se encuentran las fisuras anales, las que deben ser revisadas y tratadas por un médico especialista.
En esta entrada veremos qué es una fisura anal, cuáles son sus síntomas, los tratamientos que provee la medicina actual, sus posibles complicaciones y, lo que es fundamental, su prevención.
¿Qué es una fisura anal?
Se denomina así a una pequeña grieta o ruptura en el tejido delgado y húmedo (mucosa) que recubre la parte inferior del recto (ano).
¿Cuáles son los síntomas de una fisura anal?
Cuando una persona padece una fisura anal puede producir deposiciones dolorosas y con sangrado. Puede observar sangrado en la parte externa de las heces o encontrarlo adherido al papel higiénico (o en los pañales de los bebés) después de una deposición.
Fisura anal, causalidad ¿Cuál es su incidencia y su factor de riesgo?
Las fisuras anales son extremadamente comunes en los bebés, pero pueden ocurrir a cualquier edad. Hay estudios que indican que un ochenta por ciento de los bebés ha sufrido por una fisura anal hacia el final del primer año de edad. La tasa de las fisuras anales disminuye rápidamente con la edad, siendo mucho menos comunes en los niños en edad escolar que en los bebés.
Las fisuras anales también son más comunes en las mujeres después del parto y en personas con la enfermedad de Crohn (1).
En los adultos, las fisuras pueden ser causadas por estreñimiento, por el paso de heces grandes y duras o por una diarrea prolongada. En los adultos mayores, las fisuras anales pueden ser causadas por la disminución del flujo sanguíneo a esa área.
Otros síntomas:
También puede ocurrir que tú tengas los siguientes síntomas causados por una fisura anal:
* Una grieta en la piel que se puede observar cuando el área se estira ligeramente (la fisura es casi siempre en la mitad).
* Estreñimiento.
¿Cuál será la actividad del médico en un caso de consulta por fisura anal o por algunos de los síntomas enumerados anteriormente?
El médico llevará a cabo un tacto rectal y examinará una muestra del tejido rectal (anal).
¿Se pueden prevenir las fisuras anales?
Sí, definitivamente. Para prevenir las fisuras anales en los bebés es necesario asegurarse de cambiar los pañales con frecuencia. Para prevenir fisuras anales en personas de cualquier edad se deben seguir estas indicaciones:
* Mantén el área anal seca
* Limpia la zona con materiales suaves, un pedazo de tela humedecido o una almohadilla de algodón.
* Trata inmediatamente cualquier estreñimiento o diarrea
* Evita la irritación del recto.
¿Cuál es el tratamiento de una fisura anal?
La mayoría de las fisuras sanan espontáneamente y no requieren tratamiento, aparte de la buena higiene de los pañales en los bebés. Sin embargo, algunas fisuras pueden requerir tratamiento. He aquí algunos métodos de cuidados personales que -generalmente- curan las fisuras anales:
* Limpia más suavemente tu ano.
* Cambia tu dieta (consume más fibra, sustancias que absorban agua mientras se encuentran en el tubo digestivo)
* Utiliza relajantes musculares tópicos
* Utiliza una crema anestésica si el dolor interfiere con la evacuación normal
* Utiliza vaselina para aplicar en el área (no dentro del recto)
* Realiza baños de asiento
* Consume ablandadores de las heces.
Si las fisuras anales no desaparecen con estos métodos de cuidados personales, el tratamiento que puede indicar tu médico puede comprender:
* la aplicación de inyecciones intramusculares de Botox (2) en el ano (esfínter anal)
* realizar una cirugía menor para relajar el músculo anal.
¿Será suficiente este tratamiento?
Las fisuras anales generalmente sanan en forma rápida sin mayores problemas. No obstante, es más probable que las personas que desarrollan fisuras vuelvan a presentarlas en el futuro.
¿Pueden complicarse las fisuras anales?
En ocasiones, una fisura anal se vuelve crónica y no sana. En estos casos se requiere una cirugía menor para relajar el esfínter.
(1) Enfermedad de Chron: El origen exacto de la enfermedad es desconocido, pero se sabe de factores de carácter genético y ambiental que aumentan el riesgo de padecerla. Es una enfermedad crónica que quizás tiene un componente autoinmune, por la que el sistema inmunitario del individuo ataca su propio intestino produciendo inflamación. Frecuentemente la parte afectada es el íleon o tramo final del intestino delgado, aunque la enfermedad puede aparecer en cualquier lugar del tracto digestivo. Dependiendo de dónde esté localizada la enfermedad, los síntomas pueden variar. Las personas con afectación del intestino delgado, la más común, tienen sobre todo diarrea, dolor abdominal y lo que se llama síntomas generales: debilidad, pérdida de peso, falta de apetito. En el caso de la afectación del colon, va a predominar la diarrea, a veces con sangre. También el tipo de enfermedad determina los síntomas. Los pacientes que tienen síntomas inflamatorios suelen tener más dolor y diarrea, mientras que los que tienen síntomas de estenosis o estrechez, tienen más dolor, e incluso pueden presentar obstrucción intestinal.
(2) Botox: La toxina botulínica (Botox), producida por la bacteria Clostridium botulinum.
(Fuentes consultadas: es.wikipedia.org - medline plus.
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